En los campamentos del Aula de Naturaleza Paredes contamos con un rocódromo pensado para aquellos grupos de menores y familias que pasan por nuestras instalaciones buscando nuevas experiencias.

Los rocódromos son instalaciones pensadas para el desarrollo de la escalada de manera indoor permitiendo a los escaladores desarrollar sus entrenamientos. Están diseñado sobre paredes de madera equipadas con “presas” que simulan los agarres que podemos encontrarnos en la roca. En el caso del Aula de Naturaleza Paredes nuestro rocódromo está situado al aire libre y está pensado para la iniciación en este deporte de tal manera que, aunque no se cuente con conocimientos previos o con una forma física determinada, cualquier participante podrá llevarse a casa la sensación de haber escalado por una pared.

Lo primero…. la seguridad

Contamos con un equipo de monitores formados en el manejo de los dispositivos necesarios para el desarrollo correcto y seguro de la actividad. La instalación cuenta con las medidas de seguridad para garantizar el disfrute de la experiencia de escalada.

¿Cuáles son las ventajas que nos ofrece la práctica del rocódromo?

Más allá de la práctica deportiva, este deporte fomenta entre sus participantes:

1. Compañerismo. Durante la realización de esta actividad todos los participantes tratan de ayudarse unos a otros. Se viven momentos muy intensos, de máxima concentración donde aquellos que están esperando su turno prestan el máximo cuidado cuando está escalando alguno de sus compañeros/as dando indicaciones que le ayuden a culminar la escalada. Esta actividad es de gran ayuda a la hora de trabajar con grupos de menores pues permite hacer comunidad, eliminando barreras de exclusión y promoviendo la ayuda mutua.  
2. Crecimiento personal y la autoestima. Superar los retos particulares de cada uno, alcanzar nuevas metas, comprender que los errores forman parte del aprendizaje son valores que se transmiten durante la práctica de la escalada en el rocódromo y que terminan siendo interiorizados por los participantes.
3. Refuerzo de las capacidades psicomotrices como la memoria o los reflejos. La escalada es un deporte que permite trabajar diversas partes del cuerpo. Aunque se trate de una actividad deportiva que requiere realmente “más maña que fuerza”, es cierto que mejora sustancialmente el desarrollo sobre todo de los músculos de los antebrazos y la espalda si su práctica es frecuente. Pero existen otros aspectos que en nuestro caso quizás tomen mayor importancia vinculados al desarrollo psicomotriz de los menores. Por ejemplo, la repetición y observación de los pasos que conforman las vías de escalada ayudan a reforzar funciones cognitivas como la memoria, incluso otras como el equilibrio y los reflejos.
4. Respeto por la naturaleza. Practicar la escalada en nuestra aula de naturaleza supone la realización de una actividad integrada en el medio natural, rodeados de paisajes que te sumergen formando parte de él como cualquier otro elemento más del ecosistema.